Wednesday, June 21, 2006

Policia

Tres niños pequeños se me acercan corriendo, soplando sus silbatos, y me gritan:
¡está usted detenido! ¡anda borracho!
y comienzan a pegarme en las piernas con sus macanas de juguete.

Uno de ellos incluso trae una placa. Otro unas esposas pero mis manos están en alto.

Cuando entro a la licoreria se arremolinan afuera como abejas expulsadas de su colmena.

Compro una botella de whisky barato y tres dulces.

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